
Crédito de la imagen: HoPo (Wikimedia) ©️CC BY-SA 3.0
Los científicos se enfrentan a una nueva paradoja: un pequeño ajuste a nivel celular puede prolongar significativamente la esperanza de vida. Pero esta prolongación de la vida no se traduce en un cuerpo más resistente, sino, por el contrario, en una estructura más sensible.
Científicos de la Universidad McGill en Canadá han revelado que desencadenar un bajo nivel de respuesta al estrés (conocido científicamente como mitoUPR) en las mitocondrias, los centros de producción de energía de las células, extiende la vida útil de los gusanos nematodos llamados Caenorhabditis elegans, que se utilizan como organismo modelo.1
El punto clave de la investigación es el siguiente: esta prolongación de la vida no se produce aumentando la capacidad de afrontar el estrés, sino, por el contrario, disminuyendo esta capacidad.
¿Qué sucede si las mitocondrias entran en alarma?
Las mitocondrias dentro de la célula desempeñan un papel vital en la producción de proteínas y el metabolismo energético. Cuando estos orgánulos se someten a estrés, se activa un sistema de alarma llamado mitoUPR. Este sistema activa las defensas genéticas de la célula para su recuperación.
En este estudio, los científicos desarrollaron un tipo de gusano en el que el gen ATFS-1, principal responsable del sistema mitoUPR, se mantenía activo constantemente. Normalmente, este gen se activa cuando la célula está bajo estrés, pero en esta ocasión se mantuvo activo constantemente.
¿El resultado?
Estos gusanos son más resistentes a los factores de estrés externos. Pero, curiosamente, tienen una vida más corta.
¿Y entonces qué pasó después?
Los científicos redujeron gradualmente la actividad de este gen mediante interferencia de ARN (ARNi). En otras palabras, no se silenció por completo, pero sí se redujo su efecto. Gracias a esta intervención, se alcanzó un punto de equilibrio donde el gen ATFS-1 se mantuvo bajo, pero con una actividad constante.
En este caso, la vida útil de los gusanos se prolongó significativamente en comparación con el grupo de control.
¡Pero cuidado! Esta longevidad no se asoció con resistencia al estrés. En otras palabras, los gusanos vivieron más tiempo, pero se vieron mucho más afectados por amenazas externas como el estrés oxidativo, los cambios de temperatura y la falta de oxígeno.
Los resultados obtenidos desafían directamente una suposición biológica que ha sido válida durante mucho tiempo. De hecho, la longevidad generalmente se atribuye a la capacidad de afrontar el estrés. En este estudio, se reveló exactamente lo contrario.
Los investigadores también examinaron la edad a la que esta intervención genética fue eficaz. La intervención no solo funcionó en la edad adulta, sino que, al aplicarse durante el período de desarrollo, que podemos llamar infancia, se observó un aumento significativo de la esperanza de vida.
Esto también demuestra que el plan de vida a largo plazo está determinado por los ajustes celulares realizados a una edad temprana. Las intervenciones realizadas después de la edad adulta no son muy eficaces.
Entonces, ¿qué le dice este estudio a la gente?
Organismos modelo como Caenorhabditis elegans desempeñan un papel fundamental en la comprensión de los mecanismos genéticos gracias a sus estructuras simples. Una parte significativa de estos mecanismos es compartida por los humanos. Por lo tanto, las inferencias sobre temas como la función mitocondrial, las respuestas al estrés y la relación con el envejecimiento pueden arrojar luz sobre la biología humana.
Sin embargo, debe quedar claro: no es correcto afirmar que estos resultados sean directamente aplicables a los humanos. Ningún estudio realizado en humanos ha demostrado aún que este nivel de intervención molecular prolongue la vida.
- Di Pede Alexa, Ko Bokang, AlOkda Abdelrahman, Tamez González Aura A., Zhu Shusen and Van Raamsdonk Jeremy M. 2025Mild activation of the mitochondrial unfolded protein response increases lifespan without increasing resistance to stressOpen Biol.15240358 http://doi.org/10.1098/rsob.240358[↩]