
En la mitología nórdica, Fimbulvetr, también conocido como Fimbulvinter, se considera el preludio inmediato de los eventos cataclísmicos de Ragnarök. Retrata un invierno severo e implacable que anuncia el fin del mundo, trayendo consigo una serie de consecuencias devastadoras.
¿Qué significa Fimbulvetr?
El término «Fimbulvetr» es de origen nórdico antiguo y se deriva de dos componentes: «fimbul» y «vetr».1
Se cree que la primera parte, «fimbul», significa «grande» o «poderoso» en nórdico antiguo. Lleva una connotación de algo vasto, inmenso o extraordinario. Este elemento enfatiza la magnitud del invierno descrito en el mito.
La segunda parte, «vetr», significa «invierno» en nórdico antiguo. Es similar a la palabra inglesa «winter» y comparte la misma raíz indoeuropea.
Cuando se combinan, «fimbulvetr» puede entenderse como «gran invierno» o «poderoso invierno», enfatizando la naturaleza extraordinaria de la estación fría que precede a los eventos cataclísmicos de Ragnarök.
El mito de Fimbulvetr
Según la Edda poética, una colección de poemas nórdicos antiguos que datan del siglo XIII, Fimbulvetr es un concepto mitológico que representa un período de tiempo catastrófico. Se describe como una fase sombría y aterradora en la mitología nórdica, que consta de tres inviernos sucesivos sin ningún verano intermedio.2
Durante Fimbulvetr, el mundo se ve afectado por un frío implacable y la nieve desciende sobre la Tierra desde todas las direcciones, cubriendo la tierra con una gruesa capa de escarcha y hielo. Los paisajes una vez animados se transforman en reinos desolados e inhóspitos.

Dentro del paisaje eterno cubierto de hielo, aumentan las tensiones y estallan guerras en los reinos de dioses, gigantes y humanos por igual. El frío implacable exacerba las rivalidades existentes, a medida que se intensifica la escasez de recursos y la lucha por la supervivencia. El mundo se sumerge en un estado de agitación e incertidumbre, con batallas y escaramuzas resonando en la extensión congelada.
El concepto de Fimbulvetr no solo representa la manifestación física de un invierno prolongado, sino que también simboliza la decadencia moral y cósmica que precede al Ragnarök.
Supervivientes de Fimbulvetr
En lo profundo de los versos del antiguo poema nórdico conocido como Vafþrúðnismál, se desarrolla un magnífico espectáculo cuando el poderoso dios Odín se embarca en una profunda búsqueda de conocimiento. En una demostración cautivadora de destreza intelectual, se involucra en un fascinante duelo de preguntas y respuestas con el sabio gigante Vafþrúðnir. Con los vientos helados de Fimbulvetr, el invierno apocalíptico, que se cierne sobre sus cabezas, la curiosidad de Odin lo impulsa a indagar sobre el destino de la humanidad en este momento terrible.
Buscando consuelo en medio de la muerte inminente, Odin suplica a Vafþrúðnir que revele quién de los mortales soportará esta dura e implacable temporada. Vafþrúðnir responde que Líf y Lífþrasir, un macho y una hembra, sobrevivirán. Esto alude a la resistencia del espíritu humano, ya que incluso frente a la muerte inminente, la esperanza persiste en la supervivencia de unos pocos elegidos.
Líf y Lífþrasir
En la mitología nórdica, Líf y Lífþrasir son dos individuos destinados a soportar los eventos cataclísmicos de Ragnarök. Según Prose Edda, Líf y Lífþrasir buscarán refugio dentro del abrazo protector de Yggdrasil, el Árbol del Mundo, mientras el caos envuelve la tierra durante el Ragnarök. Se sustentarán consumiendo el rocío vivificante de la mañana que gotea de las ramas del árbol. Tras la conclusión de Ragnarök, Líf y Lífþrasir emergerán de su santuario, convirtiéndose en los ancestros de un nuevo linaje humano. Repoblarán el mundo, marcando el comienzo de una nueva era caracterizada por la paz y la prosperidad.
Conexiones climáticas: invierno volcánico y cambio climático
Según los estudiosos, el evento más notable relacionado con Fimbulvetr es el invierno volcánico de 536 EC, que provocó una caída significativa de las temperaturas en el norte de Europa.3 Esta erupción volcánica, probablemente de un volcán no identificado, desató una gran columna de cenizas y aerosoles en la atmósfera, lo que provocó un enfriamiento generalizado y una reducción de la luz solar. Los años siguientes estuvieron marcados por condiciones climáticas inusuales, similares a la representación mitológica de Fimbulvetr.
Si bien el invierno volcánico de 536 EC ofrece una correlación potencial, es esencial abordar el tema con precaución. Las narrativas mitológicas, aunque profundamente arraigadas en marcos culturales y religiosos, a menudo incorporan elementos de fenómenos tanto naturales como sobrenaturales. Establecer una conexión directa uno a uno entre el mito y los eventos del mundo real puede ser un desafío, ya que la mitología generalmente trasciende las explicaciones simples de causa y efecto. No obstante, la hipótesis del invierno volcánico proporciona un contexto convincente para considerar los orígenes y las interpretaciones de Fimbulvetr.
Otra perspectiva intrigante vincula a Fimbulvetr con los cambios climáticos que ocurrieron durante el final de la Edad del Bronce Nórdica (alrededor del 650 a. C.).4 Los estudiosos han postulado que los cambios climáticos experimentados en los países nórdicos durante este período podrían haber influido en el desarrollo y el simbolismo que rodea a Fimbulvetr. La confluencia de la agitación social, las transformaciones culturales y el cambio climático podrían haberse entretejido con narraciones mitológicas, dando lugar a la noción de un invierno inusualmente frío y duro. Estos cambios climáticos pueden haber contribuido a la evolución de los mitos y la memoria cultural que rodea a Fimbulvetr en Dinamarca, Noruega, Suecia y otras regiones nórdicas.
El simbolismo de Fimbulvetr
Más allá de sus posibles conexiones históricas y ambientales, Fimbulvetr tiene un profundo significado simbólico dentro de la mitología nórdica. El implacable invierno y las guerras subsiguientes representan un mundo en caos. Este evento cataclísmico sirve como un precursor necesario del Ragnarök, la batalla final entre los dioses y sus adversarios, que culmina en la destrucción y posterior renacimiento del mundo.
Fimbulvetr puede interpretarse como una representación metafórica de la naturaleza transitoria de la existencia. Así como el duro invierno eventualmente da paso al regreso del calor del verano, Fimbulvetr significa la naturaleza cíclica de la vida y la inevitabilidad del cambio. Enfatiza la impermanencia de la existencia terrenal y la necesidad de renovación y regeneración.
La supervivencia de Líf y Lífþrasir, los humanos elegidos, encierra un mensaje de esperanza en medio de la muerte inminente. Simboliza la resiliencia y la tenacidad del espíritu humano, lo que sugiere que incluso frente a la adversidad abrumadora, existe la posibilidad de renovación y la continuación de la vida. Este tema de supervivencia y renacimiento resuena a lo largo de varias tradiciones mitológicas y sirve como arquetipo universal en la narración de historias.
- «fimbulvinter», Det Norske Akademis Ordbok, naob.no, Retrieved June 6, 2023^
- «Poetic Edda», Snorri Sturluson^
- «Learning from the Past to Understand the Present, 536 AD and Its Consequences for Mythical (and Historical) Landscapes» Andrea MARASCHI, CERÆ 6, 2019^
- «Nordisk hedendom: Tro och sed i förkristen tid», Folke STRÖM, Akademiförlaget-Gumpert, 1961^