Animatismo y mana: primeras etapas de la evolución religiosa

Animatismo y mana: primeras etapas de la evolución religiosa

Animatism and Mana

El animatismo, un concepto fundamental en el estudio de la religión primordial, abarca la creencia en un poder generalizado e impersonal que impregna el mundo natural. Alimentado por el concepto de fuerza vital, este sistema de creencias dota tanto a los seres vivos como a los objetos sin vida de atributos de otro mundo.

¿Qué es el Animatismo?

Animatismo es un término acuñado por el etnólogo y antropólogo cultural británico Robert Ranulph Marett. Acuñado en el marco de su teoría teleológica de la evolución de la religión, el animatismo se refiere a un sistema de creencias que abarca la noción de un poder impersonal generalizado, sobre el cual los individuos perciben que tienen algún grado de control.1

La atribución de poderes sobrenaturales e impersonales a humanos, animales, plantas e incluso objetos inanimados por parte de ciertas culturas puede considerarse dentro del ámbito del animatismo. Se cree que estos poderes trascienden lo personal y reflejan una fuerza animatista superior.

En el animatismo, uno de los principios fundamentales radica en el concepto de mana. Como postula Marett, el mana representa una forma concentrada de fuerza animatista. Se cree que el mana está presente en cualquiera de estos objetos que confieren éxito y poder.2

El concepto de mana impregna muchos sistemas de creencias indígenas. Sirve como un pilar central en la comprensión del animatismo. Esta fuerza concentrada otorga a los objetos una cualidad trascendental, otorgándoles capacidades extraordinarias que se perciben como sobrenaturales e impersonales.

¿Quién fue Robert Ranulph Marett?
Robert Ranulph Marett fue un etnólogo y antropólogo cultural británico que vivió entre 1866 y 1943. Hizo contribuciones significativas al campo de la antropología, particularmente en el estudio de la religión y su evolución. Marett es conocido por su teoría teleológica, que proponía una trayectoria de desarrollo de las creencias religiosas. Hizo hincapié en la importancia de comprender los aspectos espirituales de la cultura humana y exploró las conexiones entre la religión, la sociedad y la experiencia individual.

El papel del mana

Dentro del marco animatista, como se dijo anteriormente, el mana actúa como una fuente de éxito, energía y poder. Se cree que reside dentro de las personas, animales, plantas e incluso objetos inanimados, otorgándoles habilidades extraordinarias más allá de su naturaleza intrínseca. Esta fuerza animatista no se limita a individuos específicos, sino que se considera universal y abarca todo el espectro de la existencia.

Mana se considera una fuerza sobrenatural que opera en un nivel impersonal. No está limitado por la voluntad personal o la agencia individual, sino que se percibe como un poder omnipresente y trascendental que impregna el mundo. La atribución de mana a varios objetos y entidades refleja la creencia en un universo interconectado donde tanto los seres vivos como los objetos inanimados poseen el potencial para aprovechar esta fuerza.

El reconocimiento y la comprensión del mana son cruciales para comprender las prácticas y los rituales animatistas. Las culturas indígenas se involucran en actividades destinadas a invocar y aprovechar el mana, buscando establecer una conexión con las fuerzas sobrenaturales que se cree que residen dentro de los objetos. A través de rituales, ofrendas y actos de veneración, las personas se esfuerzan por acceder al poder inherente al mana, buscando protección, prosperidad y favor del reino divino.

Animatismo en sociedades de pequeña escala

En algunas sociedades de pequeña escala, el animatismo juega un papel crucial en la configuración de las prácticas culturales y religiosas. Estas sociedades se encuentran a menudo en regiones como Melanesia y Polinesia en el Pacífico Sur, donde el animatismo adquiere distintas variaciones locales, incluidas formas como el manaísmo.

Dentro de estas sociedades, el animatismo ofrece una lente a través de la cual los individuos interpretan su entorno y se relacionan con el mundo que los rodea. El reconocimiento de cualidades animatistas en el mundo natural establece un sentido de interconexión e interdependencia. Fomenta una profunda apreciación de la santidad y vitalidad de todos los elementos de la existencia, reforzando la creencia de que cada componente, animado o inanimado, contribuye al intrincado equilibrio del cosmos. Esta perspectiva holística influye en varios aspectos de su vida diaria, estructuras sociales y prácticas espirituales.

En las sociedades de pequeña escala, el animatismo está entrelazado con el tejido cultural. Encuentra expresión en rituales, ceremonias y reuniones comunales. Estas prácticas se convierten en vías para reforzar la creencia en las fuerzas animatistas y facilitar experiencias colectivas de lo sobrenatural. Tales ceremonias pueden involucrar ofrendas, bailes, cánticos y otras acciones simbólicas que apuntan a establecer una conexión con el reino animatista.

Animatismo y mana
Estatua antropomórfica y escultura de pescado en Taputapuatea, Polinesia Francesa
(Las imágenes se han fusionado para crear una sola imagen).
Foto: Kulia Petz (Flickr) ©️CC BY 2.0

Adoración y rituales

En el animatismo, el acto de adoración implica dirigir la reverencia y la devoción hacia objetos inanimados específicos que se cree que están infundidos con poder animatista. Esta adoración no está impulsada por la deificación personal o la atribución de conciencia a los objetos mismos, sino que se basa en el reconocimiento de las cualidades extraordinarias asociadas con ellos. Los objetos sirven como conductos para acceder y aprovechar las fuerzas animatistas que se cree que encarnan.

Los rituales dentro del animatismo a menudo implican ofrendas ceremoniales, recitaciones de textos o cánticos sagrados y acciones simbólicas que significan respeto y veneración. Estos rituales se realizan de forma individual o colectiva, según el contexto cultural, y suelen ser guiados por líderes espirituales o chamanes que poseen conocimientos del ámbito animatista.

A través de la adoración y los rituales, los practicantes buscan aprovechar el poder del mana y establecer una relación armoniosa con las fuerzas sobrenaturales que perciben en acción. Estas prácticas están impulsadas por un deseo de protección, orientación, prosperidad y bienestar general.

La naturaleza participativa de los rituales animatistas refuerza los lazos comunales dentro de la sociedad al desarrollar un sentido de identidad colectiva.

El animatismo como etapa de desarrollo en la religión

Para comprender el animatismo, es crucial contextualizarlo dentro de la evolución de las creencias religiosas. La teoría teleológica de Marett arroja luz sobre la trayectoria de desarrollo del pensamiento religioso, enfatizando la importancia del animatismo como una etapa crucial en esta progresión.

Según Marett, las creencias religiosas evolucionan con el tiempo, y el animatismo representa una etapa temprana y fundamental en este proceso evolutivo. El animatismo surge como una respuesta natural a los aspectos impresionantes del mundo natural y la búsqueda humana para comprender y conectarse con las fuerzas que gobiernan la existencia.

El animatismo sirve como precursor de ideologías religiosas más complejas, como el animismo y el politeísmo, donde el enfoque se desplaza hacia espíritus o dioses individualizados con personalidades y agencia distintas. Si bien el animatismo puede parecer simplista desde una perspectiva moderna, es crucial reconocer su importancia en la formación de creencias y prácticas religiosas posteriores.

Al reconocer el animatismo como parte integral de la evolución religiosa, los antropólogos desarrollan una comprensión más profunda de los orígenes y transformaciones del pensamiento religioso. Esta perspectiva de desarrollo permite un examen completo de la diversidad y riqueza de los sistemas religiosos en todo el mundo.

El animatismo es reconocido por algunos estudiosos como un predecesor del animismo.3

Diferencias entre animatismo y animismo

El animatismo, como se discutió anteriormente, se centra en la creencia en un poder impersonal generalizado y la atribución de cualidades sobrenaturales a entidades animadas e inanimadas. Enfatiza la presencia de una fuerza animatista concentrada, el mana, que imbuye a los objetos con capacidades extraordinarias. En el animatismo, el enfoque radica en aprovechar esta fuerza para el bienestar personal y comunitario.

Por otro lado, el animismo puede caracterizarse por la atribución de espíritus individuales a varios elementos del mundo natural. El animismo abarca la creencia de que todos los seres, incluidos los animales, las plantas y las entidades inanimadas, poseen una conciencia distinta. Estos espíritus a menudo se ven como entidades personales con sus propias intenciones, personalidades y habilidades para interactuar con los humanos.

Mientras que el animatismo reconoce un poder generalizado, el animismo explora las complejidades de la individualidad espiritual y las conexiones personalizadas entre humanos y espíritus. El animismo a menudo implica la veneración y propiciación de estos espíritus a través de rituales, ofrendas y comunicación con el reino sobrenatural.

Otra distinción clave entre animatismo y animismo radica en el concepto de alma. El animatismo, como se discutió anteriormente, no implica la creencia en un alma como se entiende tradicionalmente en otros sistemas religiosos y filosóficos. En cambio, gira en torno al reconocimiento de una fuerza vital o energía animatista que impregna todos los aspectos de la existencia. El animismo, por otro lado, a menudo abarca la creencia en almas individuales que persisten más allá de la muerte y tienen el potencial para la vida después de la muerte o la reencarnación.

Además, el animismo tiende a exhibir una cosmología espiritual más compleja en comparación con el animatismo. Implica el reconocimiento de una multitud de espíritus o deidades, cada uno con sus propias características y dominios de influencia. El animatismo, aunque reconoce un poder generalizado, no suele implicar el mismo nivel de jerarquía intrincada y panteón diverso que se ve en el animismo.

Es importante tener en cuenta que los límites entre el animatismo y el animismo a veces pueden desdibujarse, y los contextos culturales juegan un papel importante en la configuración de los matices de los sistemas de creencias. Diferentes culturas pueden exhibir variaciones e hibridaciones de estos conceptos, lo que hace que sea esencial abordar el estudio de estos sistemas de creencias con sensibilidad a las especificidades culturales.

¿Es lo mismo que el panteísmo?

No. El panteísmo postula que lo divino es inmanente en el mundo natural, percibiendo todo el universo como divino. Ve el universo como una manifestación de una entidad suprema y consciente, donde todo está interconectado y es parte de la esencia divina.4

  1. «Cultural Anthropology: An Applied Perspective», Gary FERRARO, Cengage Learning – 7th edition, ISBN: 978-0495461647[]
  2. «Animatism» (April 28, 2023), Wikipedia contributors, Wikipedia, The Free Encyclopedia, accessed June 30, 2023[]
  3. «Folklor Kaynaklarına Göre Eski Türk ve Slav İnanç Sistemi», Dr. Mariia TALIANOVA-EREN, Gazi Kitapevi, ISBN: 978-6257315203[]
  4. «The Encyclopedia of Philosophy», Paul Edwards (Editor), Macmillan / Collier, ASIN: B0017IMQME[]
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